Módulos. Todo tiene su fin. #VDLN 210

Buff, vaya semanita. Entre las secuelas de una sentencia infumable y alergias que despiertan, da miedo salir a la calle. Infumable no es quizá el calificativo más adecuado, pero, dadas las advertencias de sus señorías, cualquiera se atreve a publicar el nombre que merece. Me veo entre rejas, cumpliendo la pena que no impusieron a los «manadistas». Es lo que tiene este trozo de tierra del hemisferio norte: sale más barato matar o violar a alguien que reproducir un ripio poco ocurrente con el apellido de la suprema autoridad nacional. Como si los ciudadanos fuéramos responsables de la sencilla rima de ciertas dinastías.

Imagen: Hugo Laurencena, óleo sobre lienzo.

En el lado opuesto, la ingenuidad de quienes esperaban de la Justicia una sentencia justa. Hombre y mujeres de Dios —o del Diablo, según preferencias—, la judicatura, al igual que el funcionario(a) que asigna a los jubilados los viajes del IMSERSO, emana del Estado. Por más que la casta política se empecine en lo contrario, no se me ocurre lugar más inhóspito para Dice, la antigua diosa griega encargada por la mitología de despachar tan utópico concepto.

Y en esto que Madrid, la ciudad en la que mejor me siento, va y se pone de fiestas. Dos de mayo. También es mala suerte que la única guerra que ganáramos tuviera que ser precisamente esa. La que nos separó para siempre de la Francia de la revolución; la que nos unió en cristiano matrimonio a la España de la Edad Media; la causante, en último extremo, de esta epidemia de incomprensibles sentencias.

En el lado positivo, el feliz hallazgo de la cantidad de expertos en Derecho Penal que circulan por las redes o de los que hablan como si lo fueran, pero sin poseer los más elementales conocimientos de la materia. En defensa de los segundos, he de reconocer que cuesta bastante diferenciarlos de los primeros.Lo característico de este pueblo: accidente ferroviario, todos ingenieros.

Como cantaban los Módulos a finales de los sesenta, Todo tiene su fin. Hasta la novela que, tras un año escribiendo como un poseso, por tener tiene hasta título: El rostro de los sueños. Un último repaso y a imprenta. Para el otoño, si nadie lo remedia, disponible en editorial —aún pendiente de decisión definitiva—, en esta página y en algunas, confío, de las peores librerías de habla hispana.



Lo dicho, todo tiene su fin. Por fortuna, hasta nosotros.

Feliz #VDLN, feliz semana. Salud y libertad.



Ficha técnica

Título: Todo tiene su fin
IntérpreteMódulos
Composición: Pepe Robles/J.A. Reyzábal
Album original: Realidad (1970) 
Enlaces: Letra






Comentarios

  1. Aunque últimamente no he dejado mis huellas, siempre paso a leerte... encuentro en tus letras, en tus opiniones, una perspectiva muy inteligente, y compartidas o menos, obviamente iluminantes.
    Ésta es una de esas veces.
    Sin olvidar la buena música que siempre se encuentra por aquí.

    Besos.

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  2. ¡Ojalá que muchas situaciones que suceden en este país tengan su fin! Como esta canción que escuché innumerables veces y me hace retroceder en el tiempo, un tiempo que prometía pero que en muchas cosas ha resultado decepcionante.
    Un saludo.

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