Sinfonity. Un pacto entre caballeros. Amores inexplicables (III). #VDLN 116

Todo empezó tras una noche de rock, en un conocido polígono de Alcorcón con aroma a recuerdos que empiezan a teñirse de viejo. Tras la fiesta, la charla, como debe de ser; que por algo el verbo es el rasgo distintivo de nuestra especie. Un hábil instrumentista con un largo historial en esto de la música me tienta al evento:

– El siete de julio tocamos en Galileo. Doce mástiles, entre guitarras y bajos, al servicio de los clásicos. Piezas de Bach, de Vivaldi, de Albéniz o de Prokofiev, cocinadas al vapor con el único ingrediente de las cuerdas eléctricas.


Foto: Rafa Hernández

Interesa el proyecto. Me habla de que al frente se encuentra Pablo Salinas, un veterano guerrero con un currículum que impresiona. Como compositor, como intérprete (guitarra, piano…), como productor o como arreglista, ha trabajado con los grandes del oficio: Topo, Luz Casal, Miguel Ríos, Morente, el gran Antonio Flores, Kevin Ayers y hasta el mismísimo Mike Oldfield. A su lado, Mané Larregla, otro grande del gremio, autor de bandas sonoras que de no nacer en esta puñetera península, hubieran alcanzado la notoriedad que merecen.

– Te va a gustar. – continúa Felipe – No veas el curro que lleva esto. Sin director y sin otra ayuda que las horas de ensayo, conseguimos que suene casi perfecto. Hemos tocado por medio mundo, pero aquí… ya se sabe.

Aquí ya se sabe amigo. Pablo Alborán, l@s triunfit@s y cualquier otra cosa que esté buena y huela a comercio. Nos despedimos. Al llegar a casa, ya con el astro amarillo abrazado a la ventana, me vuelvo detective y descubro que incluso un ilustre habitante de Los Molinos, un argentino de Rosario conocido como Osvi Grecco (Ariel, Luz…), participó en algún momento en el incendio. Razón suficiente. Me decido, el día siete nos vemos.



Por una vez no aterrizamos tarde que en eso también voy perdiendo facultades, y hasta conseguimos un buen asiento. En la mesa de al lado Oscar Sancho (Lujuría, mariskalrock.com) se encarga de animar al resto. Un tipo majo, incapaz de quedarse quieto. Palmas, fotos, una colección de sonrisas y un buen montón de paseos. Dónde iría tantas veces en un recinto tan pequeño. Empiezan con Ravel, El bolero. No es mi preferida del repertorio clásico, pero aquello suena de miedo. Prosiguen con Vivaldi, con Bach, con Mozart, con los Strauss… En algún instante practican una razia sobre piezas musicales más acordes con mis preferencias. Prokofiev, Holst y Musorgski me elevan a los cielos. Mi mente huye hacia sus habituales pensamientos. Sin ni siquiera adivinar la causa, una frase ejerce en mi cabeza de ajo gazpachero: "ninguna persona puede ser nada diferente a aquello en lo que cree con pasión". Y yo debo poseer una fe ciega en el arte, porque solo en él me reconozco y solo en él hallo las respuestas que se niegan en otros dominios.  Increíble como logran adaptar a las cuerdas, incluso partituras nacidas para sonar al viento. El toque latino lo pusieron con las habituales oberturas de óperas italianas y ya en los bises con unos toques del maestro Albéniz y con la obra más célebre de Manuel de Falla (qué se le va a hacer, nada es perfecto). De cierre un guiño al sinfonismo moderno. Una de las mejores versiones conocidas del Peter Gunn theme de Emerson, Lake & Palmer.



Me supo mal que las prisas me impidieran felicitar al colega a la salida. Darle las gracias por una noche perfecta, en una de las mejores compañías que uno puede soñar y con el recuerdo de una vecina del barrio – bonita por fuera, preciosa por dentro – que se nos cayó de la fiesta por hallarse cruzando un feo momento. Pasará, como pasa todo, que algún día se olvidarán de nosotras hasta los médicos. Lo dicho, gracias tío y que quede constancia de que los viejos rockeros siempre consumamos las promesas entregadas al alba, selladas con alcohol y unas dosis de afecto. Como diría Sabina, cuando aún era Sabina, siempre cumplimos un pacto, si es entre caballeros.



A estas alturas se preguntarán que tiene esto que ver con esos amores inexplicables a los que este año dedico los viernes de estío. Muy sencillo, aunque adoro la llamada música clásica, es escuchar a Bach o a Haendel, y despertarse en mí el deseo irrefrenable de arañar paredes, asesinar ventanas o morder el teclado desde el que escribo estas líneas. No sé, percibo la sensación de que voy camino de la hoguera para purificar las culpas terrenales. Lo mío siempre fueron las sonatas de Liszt, las sinfonías de Schubert o las partituras libres de Stravinski, de Orff y de Holst. Por una vez, recibí el sentimiento opuesto. Espero que les guste Sinfonity. Si se les presenta la oportunidad, no se lo pierdan. Merece la pena.



Feliz #VDLN. La semana próxima, si el destino no se empecina demasiado en lo opuesto, volveremos con otra sesión de amores inexplicables. Entre tanto, disfruten de la vida hasta donde se deje, con salud y en libertad. Y si se resiste un poco, acudan sin miedo a buscarla que hasta los sueños se escapan, si no les ponemos empeño.





Comentarios

  1. Pues si, me han encantado, son espectaculares, seguro que en directo son geniales. Y que bonito lo cuentas todo, como siempre. Me quedo con las ganas de saber que pega le pones a Manuel de Falla. Ah! Y lo de asesinar ventanas ya nos lo cuentas otro día también! Jeje! Feliz viernes!

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    1. A Falla no le pongo ninguna pega, si exceptuamos que no sé el porqué, pero no me gusta nada su música. Ja,ja,ja. Feliz semana.

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  2. Me he perdido un poco en el texto. Pero hay que tener en cuenta que a lo que hoy llamamos 'clásico', pudo ser lo 'popular' de su época. Aunque no estuviera al alcance del común de los mortales.

    Feliz #VDLN

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  3. He flipado en colores! Partiendo de que me encantan las piezas que han tocado, desconocía esta orquesta y me declaro fan :) muchas gracias por darlos a conocer

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    1. Me alegro que te gusten. Gracias a ti por comentar. Feliz semana.

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  4. Bueno, que te voy a decir que no te imagines ya! Pero que pasada!!! Increíble este proyecto, que maravilla, tuvo que ser espectacular en directo.
    Aynsss los pelos como escarpias, no puedo evitarlo.
    Y esa Danza del Fuego, que a mi me apasiona, me ha dejao tonta perdida.
    Millón de gracias por compartir, no los conocía. Increíbles.
    Penita que aquí no se valore ni se apoyen las cosas como se debiera.
    Feliz semana.

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    1. Es espectacular. Si vinieran de USA, tendrían cien actuaciones contratadas. Feliz semana.

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  5. Otras, no los conocía pero suenan tremendamente bien :)

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  6. Ayyyyy Dios! ...¿quedaré muy mal si te digo que me has producido un poco (tanta) envidia? ...quién pudiese asistir a un espectáculo de este tipo!!!

    He quedado maravillada... y sigo escuchando, gracias... un beso.

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  7. Joooooooooooder!!! No los conocía y son geniales!!!

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  8. tiene que ser una gozada escucharlos.¡ que pena que en mi máquina no lo pueda oir¡.Como dice mamá bocachancla, me queda el misterio de saber el porqué no te gusta Falla, siendo un hombre sensible y muy entendido en música. En fin, un misterio. ¿ No será porque es Ibero? .Bueno , es una curiosidad maligna. Un fuerte abrazo y feliz semana

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    1. El arte en general o te gusta o no. No tiene nada que ver con lo ibérico. Cristóbal Halffter o Jesús Villa Rojo, también son de aquí y me encantan. Es solo que Falla no me entra. No sé el porqué. Un abrazo y gracias por tu comentario.

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